La conciencia social en materia medioambiental ha empezado a cobrar importancia hace relativamente poco tiempo, pero en general, a pesar de los mensajes emitidos por las instituciones públicas o los grupos de expertos en materia, la preocupación por las cuestiones ambientales relevantes, como pueden ser el calentamiento global, el cambio climático o la pérdida de biodiversidad, es muy baja. Por este motivo, se hace difícil también fomentar una mayor conciencia ambiental entre nuestro personal.
En general, los principales problemas a nivel empresarial, derivados de una baja concienciación ambiental del personal pueden suponer:
- Un incremento de los costes energéticos derivados de consumos innecesarios.
- Un incremento de los costes derivados de consumos innecesarios de agua.
- Un incremento de los costes derivados del consumo irresponsable de materiales y productos cotidianos, por ejemplo, papel, productos de limpieza, material de oficina, etc.
- Incremento de la probabilidad de accidente ambiental por vertido.
- Baja optimización de los procesos productivos.
- Generación de residuos elevado y necesidad de gestión supone mayores costes.
- Etc.
Por ello, se hace necesario fomentar la sensibilización ambiental del personal. Esto puede realizarse de diferentes formas en función del grado de aceptación del personal. Por regla general, la sensibilización debe iniciarse a partir de un proceso formativo que permita poner en contexto a todas las personas que forman parte de la empresa.
La primera fase consistir en el reconocimiento de las principales problemáticas ambientales, por ejemplo:
- Por qué se produce el Cambio Climático
- Qué es la capacidad de carga del planeta
- Qué repercusiones tiene el cambio climático sobre nuestra vida
- Cuáles son los escenarios climáticos previstos a corto y medio plazo
- Cuál es el panorama legislativo en materia ambiental
- Cómo pueden las empresas mejorar la calidad ambiental y cómo podemos los individuos mejorar el medio ambiente en nuestra actividad diaria.
Una vez identificados los principales problemas ambientales del siglo, lo ideal es establecer sesiones participativas por departamentos en las cuales, cada uno de los miembros del departamento o área productiva, pueda identificar los impactos ambientales derivados de su actividad concreta y definir a través del razonamiento y apoyados por un experto en materia, las mejores prácticas en el día a día del puesto de trabajo. La elaboración de buenas prácticas ambientales por puestos de trabajo permitirá definir y analizar a fondo cada una de las tareas, identificar impactos ambientales y establecer mecanismos para la optimización de dicho proceso.
Realizadas las formaciones oportunas y elaborados los criterios de buenas prácticas, se deberá llevar a cabo un plan de seguimiento para analizar si cada una de las personas del equipo ha puesto en práctica lo aprendido en las fases formativas. Además, siempre es interesante motivar al personal mediante diferentes incentivos laborales por cumplimiento de objetivos ambientales.
También puede ser interesante apostar por el voluntariado ambiental o realizar acciones de sensibilización ambiental en las cuales participe todo el equipo. La obtención de premios, sellos o reconocimientos en materia de protección ambiental o Responsabilidad Social Empresarial (RSE) también genera una mayor aceptación por parte del equipo de trabajo y sirve como motivación para la incorporación de la sostenibilidad en el día a día de la empresa.
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